Los venezolanos llevan años abandonando su país empujados por una crisis humanitaria y política que no deja de agravarse, pese a los intentos del Gobierno de Nicolás Maduro de negar la evidencia. A la escasez de alimentos, de medicinas, de servicios básicos -con cortes constantes de luz y de agua- y a una inflación galopante, que este año podría alcanzar casi el 14.000%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se suma la violencia.