El presidente interino de Venezuela, Nicolás Maduro, ha llenado su discurso de referencias religiosas para reforzar la mitificación de la figura del fallecido presidente Hugo Chávez y pide el voto chavista para las presidenciales del 14 de abril como si se tratara de "un acto de fe", según analistas. Maduro, que se ha autoproclamado "apóstol" de Chávez y hasta ha cerrado discursos con uno que otro "amén", repite constantemente que el fallecido mandatario -a quien elevó a la categoría de "redentor de los pobres"- le dejó el camino preparado para continuar su misión y ahora le guía desde el más allá.