Se han escuchado tantas versiones de la vida de Jesús, como aquella que sostienen los indios, de que nació y creció en Cashemira. Lo nuevo: hay un pueblo en Japón, cuyos habitantes dicen que Jesús vivió y murió allí a la edad de 106 años.
Los habitantes de una villa de campesinos llamada Shingo, al noreste de Tokyo, en Japón, celebran una ceremonia anual, el ritual bon odori de Verano, donde pronuncian un mantra intraducible incluso en japonés: "¡Nanyadoyara! ¡Nanyaonasareno! ¡Nanyayadoyara!, pero si se cree la leyenda local, estas palabras expresan un secreto que podría minar las fundaciones del cristianismo.
Los lugareños --dice Time Magazine--, creen que Jesús no fue crucificado en el Gólgota, sino que fue a vivir en Shingo, donde sus restos fueron sepultados. Yo visité su tumba (dice el periodista), señalada por una aviso de carretera que decía "tumba de Cristo: próxima a la izquierda".
ESTE ES EL CUENTO:
"La leyenda dice que Jesús --o como ellos lo llaman en Shingo, Daitnku Taro Jurai--, vino a Japón a la edad de 21 años, durantre los años perdidos cuando supuestamente trabajaba la carpintería en Nazareth. Como cualquier estudiante inquieto, Jesús quedó encantado con su nueva y noble tierra de adopción y su cultura, aprendiendo el idioma japonés y la religión Shinto a los pies de una salvia...
"...A la edad de 33 años, regresó a su tierra, donde predicó acerca de sus experiencias en Japón, las cuales disgustaron tanto a las autoridades locales, que prontamente lo sentenciaron a muerte. Después de allí la historia se pone un poco rara. En lugar de Cristo haber sido crucificado, de alguna manera su hermano menor Isukiri terminó muriendo en la cruz y Jesús huyó a Japón vía Vladivostok y Alaska".
Foto cortesía de Time Magazine