El día en que explotó la crisis el viernes 18 de octubre, el empresario chileno Francisco Carreño decidió permanecer en su restaurante toda la noche, como un verdadero guardián. "Estaba dispuesto a todo para defenderme", dice al recordar aquella jornada en que decenas de locales y supermercados a lo largo de Chile fueron saqueados e, incluso, incendiados. "No podía dejar mi restaurante así como así, tenía que salvarlo si es que intentaban destruirlo", le cuenta a BBC Mundo.