Usando una cámara de visión nocturna, un agente de la Patrulla Fronteriza en El Paso, Texas, observó un pequeño objeto volador que –en un principio– lo dejó confundido. El aparato cruzó hacia territorio estadounidense, se internó unas 100 yardas y regresó hacia México. Hizo esa maniobra tres veces. El oficial migratorio, que estaba de guardia esa noche, descubrió más tarde que se trataba de un dron controlado por una banda de traficantes de personas. Usaron la cámara del dispositivo para verificar desde las alturas que el camino estaba libre para que pasaran indocumentados en la oscuridad.