El gobierno de Nicolás Maduro enfrenta una dura prueba esta semana con la elaboración de las listas de ascensos militares, un difícil acto de malabarismo entre los deseos de La Habana y los del sector nacionalista que, de ser mal ejecutado, podría atentar contra la sostenibilidad del régimen, dijeron analistas. Es una tarea que tradicionalmente ha generado dolores de cabeza a todos los presidentes venezolanos, incluyendo al fallecido Hugo Chávez, quien pese a ser militar y a tener influencia personal dentro de las filas castrenses terminó en sus últimos años ascendiendo a un número ridículamente alto de generales para reducir al mínimo el descontento.