Fue un hallazgo fortuito. Revolviendo papeles en el sótano de un viejo edificio en Buenos Aires, un investigador descubrió un documento con los nombres de 12.000 simpatizantes locales del nazismo. En el encabezado del documento decía “Congreso de la Nación Argentina”. Sin esperarlo, Pedro Filipuzzi se había topado con una investigación oficial sobre las transferencias que simpatizantes nazis radicados en Argentina realizaron a bancos suizos durante la primera etapa del Tercer Reich. El Centro Simon Wiesenthal recibió el documento de manos de Filipuzzi y reclamó al banco Credit Suisse que abra los archivos de esas cuentas, que están “latentes” desde el final de la Segunda Guerra Mundial. “Creemos que llevan dinero saqueado de las víctimas judías”, ha dicho el centro en un comunicado.