El primer triunfo ya lo logró con su destitución. Por primera vez desde que llegó al ayuntamiento de Bogotá, Gustavo Petro logra subir en las encuestas, que siempre le daban un escuálido índice de aprobación. Ahora alcanza el 52% mientras que su verdugo, el Procurador General, Alejandro Ordoñez, se convierte en el personaje más detestado del país.