El gobierno de Venezuela destituyó la semana pasada a 29 funcionarios de su consulado en Miami y el máximo responsable de la oficina habría presentado su renuncia en solidaridad, tras la publicación en los medios de una serie de irregularidades que habrían sido cometidas dentro de la sede diplomática.
Román Orta, uno de los funcionarios despedidos, dijo en un comunicado que el cónsul general de Venezuela en Miami, Antonio José Hernández Borgo, anunció a su personal que estaba dispuesto a separarse del cargo. No obstante, el diplomático no pudo ser contactado por separado para confirmar la información.
Los anuncios se hicieron luego de que El Nuevo Herald publicara las declaraciones de otro grupo de empleados del consulado que fueron destituidos el año pasado bajo acusaciones de que habían enviado una carta anónima al canciller venezolano, Nicolás Maduro, denunciando las presuntas irregularidades.