Miles de chilenos han decidido romper con sus partidos políticos desde el 18 de octubre, cuando inició un proceso de revueltas marcado por protestas pacíficas, niveles inéditos de violencia y graves denuncias de violaciones a los Derechos Humanos. De acuerdo con las cifras del Servicio Electoral, 14.786 personas renunciaron a sus agrupaciones hasta el 31 de enero de este año, sobre un total de 500.000 afiliados en todo el sistema. La cifra de los últimos tres meses equivale al total de deserciones de todo 2018.