El avión, apodado como "Cocaine One" en algunos periódicos estadounidenses, lucía una franja azul con dorado que iba desde la punta hasta la cola, y a ambos lados tenía un escudo similar al del Departamento de Estado norteamericano, con un águila rodeada de estrellas.
Era un avión grande y espacioso en el que viajó uno de los envíos aéreos de droga más grandes que registran en México y, sobre el que la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York imputa desde el año pasado a Walid Makled como coordinador del crimen. En Venezuela no hay indicios que vinculen a Makled con esta historia; los testigos del proceso judicial fueron los primeros sorprendidos cuando un fiscal de Nueva York lo señaló como "rey de los capos", por participar en este y otros casos de narcotráfico.
Desde Colombia, sin embargo, el mismo Makled ha venido advirtiendo que no pudo haber actuado solo. "El Gobierno norteamericano me está acusando a mí de que yo saqué un avión DC-9 con cinco toneladas y media de cocaína hacia México, hacia la ciudad de Campeche, del Aeropuerto Internacional de Maiquetía y salió de la rampa cuatro que es la rampa presidencial", reconoció Makled hace un mes en el diario La Verdad. "Si eso es verdad yo no lo pude haber hecho solo"...