Bélgica se encuentra conmocionada por nuevas revelaciones de abusos pedófilos, sin la menor señal de remordimiento, por parte de un exobispo que había ocasionado el escándalo que sacude a la Iglesia católica e indigna a ese país.
Roger Vangheluwe, exobispo de Brujas, desencadenó un diluvio de quejas contra la Iglesia cuando renunció en abril de 2010 tras reconocer abusos sexuales sobre uno de sus sobrinos menor de edad entre 1973 y 1986. El eclesiástico provocó un nuevo escándalo al detallar los abusos no sólo sobre uno, sino dos sobrinos, minimizando sus actos.
"No tengo para nada la impresión de ser un pedófilo. Fue como una pequeña relación. No tenía la impresión de que mi sobrino se opusiera, al contrario", comentó en la entrevista. "No era consciente de que eso tenía tal impacto en mi sobrino. Creía que eran cosas superficiales", añadió. "Naturalmente, sabía que no estaba bien, lo confesé varias veces", concedió. Pero reconoció que se puso de acuerdo con la familia para que no se divulgara el tema y que dio dinero a su víctima.