No es de extrañar que entre el 50 al 70 por ciento de los hijos de padres que cumplen prisión, por diversos delitos, terminan tras las rejas, no sólo por el ejemplo que han visto en sus padres, sino también porque desde entonces han perdido la figura paterna para llevarlos de la mano por las calles difíciles de la vida y generalmente estos hogares son de los más deprimidos económicamente del país.
Tengo que decir, porque no lo puedo callar, que la información del Washington Post es tendenciosa. No es extraño que el ejemplo que siempre toman para las cosas malas, como casi siempre se ve el haber pasado por la experiencia del encarcelamiento, es el de una persona de raza afroamericana, como se dice, o negra o hispana. Ellos siempre serán los malos de la sociedad blanca, los blanquitos no hacen nada, si fuera por la lectura que hacemos todos los días de los medios norteamericanos, pero cuántos de ellos hay encarcelados.
Si esto fuera casual, no habría problemas, pero es sistemático y dándole todos los días, por todos los medios, con la misma matriz de opinión, terminan haciéndolo una verdad.
"Una mentira repetida varias veces, se convierte en verdad", si no lo creen, lean la historia de la conquista del nazismo de las mentes alemanas a punta de propaganda.
Con la información sucede igual que con los niños, cuando uno le repite una y otra vez al niño que es un inútil, que no sirve para nada, que nunca servirá para nada, que es un bruto, y cosas por el estilo, ¿saben lo que pasa?, que termina creyendo que es así y terminan cumpliendo la profecía, como se dice en psicología.
Dice la información del Washington Post digital: "...Quienes lidean regularmente con personas encarceladas, sugieren que entre el 50 al 70 por ciento de los niños de padres en prisión terminarán detrás de las rejas. Tales niños tienen menos probabilidades de hacerlo bien en la escuela, como sugiere un creciente cuerpo de investigaciones".