La enfermedad de Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, abre muchas interrogantes difíciles de contestar, pero que de alguna manera deben ser aclaradas. Como en el ajedrez, en el CNE hay dos damas que se disputan el control del juego. Cada una con alfiles, torres, caballos y peones a su servicio.
Puede decirse que la dama blanca es de carrera electoral, conoce el organismo y su funcionamiento. Ingresó hace cerca de 14 años, antes de la elección de Chávez. Dirigió la Comisión para la Instrumentación del Poder Electoral, y antes de llegar a la directiva como principal cubrió, como suplente, algunos cargos. Su afinidad con Jorge Rodríguez la colocó en la Presidencia del organismo y ahora cumple un segundo periodo "postulada por la sociedad civil".