¡Hay que ver que los políticos sí que son caras duras! Como es el caso del colega José Vicente Rangel, hasta hace poquito Vicepresidente del gobierno del teniente coronel y corresponsable de todo lo que ha pasado en Venezuela durante todo este tiempo que estuvo como "servidor público".
Resulta que ahora que está fuera del gobierno, el colega descubre que en Venezuela hay delincuencia, que hay inseguridad, que no se puede andar, ni en la capital, ni en los más apartados pueblos del interior del país, porque lo mismo te atracan, te cobran vacunas o te secuestran, como está sucediendo desde hace unos dos años en la población fronteriza de La Villa del Rosario (Rosario de Perijá), en el Estado Zulia, por poner un ejemplo, pero en Maracaibo, que es la segunda ciudad en importancia del país, sucede igual o peor.
Me causó mucha gracia los rodeos que el colega Rangel dio para denunciar la inseguridad existente en Venezuela, no antes sin quitarle un poco de polvo al chaleco del teniente coronel y sobarle la espalda y limpiarle los zapatos, como sucede en la Cuba que tanto admira el colega, donde no se puede decir lo que uno piensa, porque el dictador de inmediato lo tilda de contrarrevolucionario y es digno de cárcel, si le va bien, porque si el barbudo está de mal humor, al paredón va a parar, sea quien sea, como lo ha demostrado durante estos 50 años de dictadura férrea.
Es risible que durante todos estos años que José Vicente Rangel formó parte del gobierno, no se diera cuenta de la realidad del país y que desde esa alta posición, supongo yo, podía hacer algo, por lo menos llamar al teniente coronel o visitarlo en su despacho y decirle que la inseguridad se está comiendo por los pies a los venezolanos; pero no, eso no pasó, sino que ahora, desde un podio televisivo, el colega comienza a tirar piedritas, con mucho sigilo, por cierto.
Voy a decir esto porque es de dominio público en Venezuela: José Vicente sale del gobierno, porque estaba presuntamente vinculado con Rodrigo Cabezas y éste, en una tríada formidable, con Angel Emiro Vera, quien fue Jefe de Campaña del gobernador Rosales y vinculado directamente a la oposición en Venezuela, quienes por debajo de cuerda, estaban fortaleciendo al partido Lago en el Zulia, proyecto que murió con la jugada maestra del teniente coronel al crear ese engendro que nadie sabe todavía qué figura tendrá, el partido unido.