
El atentado ocurrió en 1976, frente a la costa de Barbados, e implica a Posada que pertenecía a la alta jerarquía del aparato de inteligencia de CAP y a Bosch, entonces jefe de la CORU, la mayor y más violenta organización terrorista cubanoamericana, que el propio presidente había invitado a radicarse permanentemente en Caracas por el intermediario de García Vázquez.
"El hombre que conocía los pormenores sobre el atentado a un avión cubano en 1976, se llevó sus secretos a la tumba", escribía El Nuevo Herald de Miami, al anunciar el 26 de julio del 2005 la muerte de García, bajo el titulo: "Muere testigo clave en el caso Posada".