
«A partir de ahora será exactamente la misma traducción del texto bíblico el que se proclame en la celebración de la misa y de los demás sacramentos; la que se cite en los catecismos y las publicaciones eclesiales; la que las comunidades y los grupos podrán usar para preparar las celebraciones litúrgicas o para el estudio y la meditación de la Biblia; la que cada persona y cada familia podrá tener en casa para esos mismo fines; la que ayudará a los profesores de Religión a conectar mejor sus clases con el resto de la vida de la Iglesia», explicó el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, durante la presentación del texto este martes en la sede del Episcopado.