Ante la Policía amotinada, el vandalismo de turbas armadas con piedras, palos y hasta cachorros de dinamita gobernó varias zonas de La Paz y El Alto, al menos durante la primera media jornada de este lunes. Los uniformados actuaron tras conocer que había anunciado su renuncia el comandante de esa institución, Yuri Calderón, pero su esfuerzo fue insuficiente para controlar tantos focos de conflicto.