Cuando Hugo Chávez ordenó a finales del 2008 al gobierno a hacerse cargo de un centro comercial recién terminado en el centro de Caracas, dijo a una multitud que lo aclamaba que el lugar se usaría mejor como un hospital, una escuela o una universidad. “¡No, no y no!” dijo el mandatario del lujoso centro comercial Sambil que se iba a abrir en el vecindario La Candelaria en Caracas. Antes de que se vendiera un solo producto, el centro comercial se convirtió en uno de los más de 1,000 negocios y propiedades que Chávez expropió durante sus 14 años como presidente.