Una luz blanca al final de un túnel o la "película" de toda una vida en un instante no son, parece, la puerta de entrada al más allá. Las intensas sensaciones descritas por personas que estuvieron a punto de morir y sobrevivieron –conocidas como "experiencias cercanas a la muerte"– podrían estar causadas por un aumento repentino de la actividad eléctrica en el cerebro.