El cardenal Jaime Ortega Alamino ha dicho que los 13 disidentes que ocuparon una iglesia de La Habana un par de días antes de que el Papa Benedicto XVI visitara la isla, eran todos delincuentes, en gran medida sin educación, y que al menos uno tenía problemas mentales. Pero miembros del grupo dicen que entre ellos hay un arquitecto, un técnico en computación, un entrenador deportivo, un contable y un técnico forense. Al menos seis dicen que no tienen antecedentes penales, y uno, en efecto, está perturbado mentalmente, debido a la persecución del gobierno, según contó un amigo.