Este es el recibo de cobro, de repente, por el trato preferencial que estas naciones supuestamente han recibido por parte del ejército irregular. Nadie da algo a cambio de nada y ahora es cuando estos gobiernos de izquierda, con supuestos lazos con estos movimientos insurgentes del continente, tienen que hilvanar fino, porque ahora les toca caminar por el filo de la navaja y quitarse las máscaras de una vez y por todas; meter en el pipote de la basura esa etiqueta de "socialismo" y sacar la verdadera, la de "comunismo", pero para eso hay que tener eso que a muchos les falta.
Es curioso que Reyes está muy de acuerdo con el cambio político que está dando el continente hacia la izquierda y exige que su organización narco-guerrillera sea tratada con dignidad, algo así como un borrón y cuenta nueva. Intercambian los prisioneros de parte y parte y asunto arreglado y los años de terror que han sembrado en el continente ¿quién lo paga? ¿Quién pagará los muertos? ¿Qué pasará con el tráfico de droga cuyo hecho está más que comprobado que las Farc es otro cartel, tan vulgar y sanguinario como los demás?
Creo que de la respuesta a esta demanda, dependerá en el futuro el accionar de la narco-guerrilla en las fronteras colombo-venezolanas y colombo-brasileñas. Porque hasta ahora se ve que guerrilla y gobierno están luchando por el mismo ideal revolucionario, unos por un lado y los otros por el otro, juntos pero no revueltos, pero la narco-guerrilla quiere más protagonismo y a lo mejor, quieren también salir de la montaña con dignidad.