Con poco ruido ha pasado la celebración de los primeros 500 años de la Reforma Protestante que inició Martín Lutero un 31 de octubre de 1517 al clavar sus 95 tesis en las puertas de la iglesia de la Catedral de Wittenberg en Italia, dando inicio a un debate que terminó en una fractura de la Iglesia Católica, la cual no quiso reformarse y hubo una división que permanece hasta hoy y que ha dado lugar a un sinnúmero de denominaciones evangélicas. Los postulados de Lutero se resumen en tres: Sólo por la fe, sólo por la gracia y sólo por la Escrituras. A esto tenemos que volver y hacer otra reforma dentro de la reforma porque en 500 años nos hemos alejado mucho de los postulados de Martín Lutero.