El papa Benedicto XVI removió de su cargo entre 2011 y 2012 a alrededor de 400 sacerdotes por asuntos relacionados con abuso sexual infantil. La cifra supone un fuerte aumento respecto a los sacerdotes a los que se les había prohibido ejercer su ministerio en años anteriores. Las estadísticas son parte del informe que funcionarios del Vaticano proporcionaron a miembros de la comisión de Naciones Unidas esta semana en Ginebra.