Entre otras cosas, el comandante, quien fue protagonista en el intento de golpe de los días 3 y 4 de febrero de 1992, lanzó algunas perlitas que dejan ver su descontento con lo que se ha convertido lo que una vez soñaron juntos, hoy llamada "Revolución Bolivariana".
Dijo Acosta Chirino: "El proyecto original era bolivariano y no entiendo cómo afiches con los rostros del Che Guevara y Fidel Castro son desplegados en las dependencias públicas".
Estas divergencias son las que explican por qué de los cinco fantásticos, que aparecieron comandando algo en el intento de golpe, liderado por el paladín de Sabaneta de Barinas, ninguno se ha quedado con el teniente coronel una vez coronado el proyecto.
Los principales dirigentes de la acción golpista fueron los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, jefe máximo de la operación, Francisco Javier Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras.
El que estuvo más cerca del gobierno de Chávez fue Arias Cárdenas, el ideólogo de los Bolivarianos, luego se separó, fundó un partido y ha vuelto para coordinar algunos trabajos estratégicos de la revolución, pero, para lo que lo conozco, Arias Cárdenas es un demócrata convencido y no durará mucho en este rodar cuesta abajo hacia las profundidades de un comunismo obsoleto y trasnochado por donde el teniente coronel quiere llevar al país.
No existe ningún militar en Venezuela, que se precie de serlo, que supedite su nacionalismo a los intereses económicos con lo cual el teniente coronel ha tratado de apaciguar el volcán que buye en los cuarteles.
No ha habido ningún momento en la historia del país en el cual los militares hayan sido mejor pagados, pero, de igual manera, no ha habido tampoco en Venezuela un momento tan triste para la milicia nacional, que han venido a convertirse en lacayos de un pobre país extranjero y comunista: Cuba.
Digan lo que digan, quien maneja los hilos del poder en Venezuela, es el octogenario Fidel Castro.
En la foto de aquellos tiempos, Chávez y Arias Cárdenas