jueves, 19 de diciembre de 2024

Tres HISTORIAS de travesías por el desierto chileno


Ronnardho tenía quince años cuando cruzó ilegalmente la frontera. Francisca (*) tuvo miedo muchas veces y pensó interrumpir el largo viaje, pero al final aguantó. Jorge recurrió a los servicios de unos coyotes para poder entrar desde Bolivia. Dos hombres venezolanos y una mujer cubana cuentan a DW cómo fue la experiencia de ingresar a
Chile por el desierto, esquivando la presencia policial y militar y muchas veces poniendo en riesgo la propia integridad para alcanzar el sueño de una vida mejor. Yo soy cubana, enfermera licenciada, y estaba cumpliendo una misión internacionalista en Venezuela. En una visita a Cuba me pagaron por un año trabajando fuera de mi patria y era muy abusivo, muy poco dinero, no me pagaron casi nada. Fue muy doloroso, lo sentí como una explotación hacia el personal de salud. Estuve un mes en Cuba y cuando ya estaba por volver a Venezuela tomé la decisión de irme de mi país, porque ahí no tenía futuro.

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