¿Cómo se les llama a las personas de Linares? ¿Y de Lago Ranco? ¿O de la comuna de El Bosque? No todos son tan evidentes como parece. La forma de denominar a quien "pertenece" a un lugar, ya sea porque vive o vivió allí, se llama "gentilicio", y se van construyendo, aceptando, o rechazando, entre los mismos habitantes de un lugar. Así lo comenta a Emol, Soledad Chávez, directora del Departamento de Lingüística en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, quien además ha hecho varias publicaciones en torno a los gentilicios. "Tienen que ver con un reconocimiento, un auto reconocimiento o con un reconocimiento del otro, es muy bonito. O sea, tú desde que perteneces a una comunidad, te llamas con un nombre, y la gente puede a su vez también decir, mira, esa comunidad se llama así. Y en un sentido, responde a la necesidad de reconocerse como comunidad, y de identificarse como tal", comenta. Por eso, los gentilicios también van de la mano con los topónimos, "es decir, del nombre del lugar donde la persona habita".
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