En las últimas semanas ocurrieron dos eventos que cambiarán nuestro futuro. Uno de ellos fue el lanzamiento del nuevo programa de inteligencia artificial de OpenAI, GPT-4o , justo por delante de varios competidores que harán lo mismo en cuestión de semanas. El otro fue la expulsión del sacerdocio de un sacerdote robot por enseñar que los bautismos se podían realizar con Gatorade. Me temo que la iglesia no está preparada para ninguna de las dos cosas. El acontecimiento más comentado fue el anuncio de OpenAI, completo con videos del programa de IA riéndose, pareciendo sonrojarse, contando chistes , viendo y describiendo cosas en tiempo real e incluso cantando canciones inventadas en el momento (con cualquier grado de emoción). y se exigía ilusión). Mucho menos notado culturalmente fue el hecho de que apenas unas semanas antes, la plataforma de apologética católica romana Catholic Answers controló un chatbot de inteligencia artificial llamado “Padre Justin”, que fue diseñado para ayudar a las personas a través de cuestiones de doctrina y práctica.
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