Hace seis meses, la médico de emergencias venezolana Norelis Portal fue despedida de su trabajo en el servicio público de salud de Chile porque aún no había recibido luz verde en el estricto sistema de certificación del país. Pero hoy integra el grupo de miles de trabajadores migrantes de la salud reclutados para enfrentar la pandemia de coronavirus. Portal, de 52 años, visita con su equipo a los pacientes con COVID-19 en sus hogares y en unidades de aislamiento estatales en algunas de las zonas más pobladas, pobres y afectadas por la pandemia en Santiago para realizar pruebas y evaluar síntomas, en busca de aliviar la demanda en los hospitales casi saturados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario