"Estas no son vacaciones en el Caribe, esta es una pesadilla". Son las cinco de la mañana del lunes 4 de mayo en Honduras y Marcelo Escalante García, de 52 años, está ya despierto. "Cómo voy a dormir, hija mía… Así no se puede conciliar el sueño", me dice desde el otro lado del teléfono. El chef chileno lleva 50 días atrapado en su velero junto a su mujer, su hijo de 21 años y dos jóvenes guatemaltecos.
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