Como si fuera un pulpo, el Partido Comunista de China ha puesto sus tentáculos en cada industria del país para vigilar lo que se dice. Literatura, música, cine, televisión, medios de comunicación y hasta videojuegos han sido víctimas de un brazo de fuerza represivo que usa cualquier estrategia para tener el poder sobre la libertad de expresión.China tiene hoy el sistema de censura más sofisticado del mundo. También el más extenso y efectivo. Y todo gracias al fortalecimiento del Partido Comunista de China (PCCh), que de la mano del presidente Xi Jinping se ha hecho imparable. Como si fuera un pulpo, el PCCh ha puesto sus tentáculos en cada industria del país para vigilar lo que se dice. Literatura, música, cine, televisión, medios de comunicación y hasta videojuegos, todos los sectores han sido víctimas de un brazo de fuerza represivo que usa tanto estrategias clásicas como modernas para controlar a su población. Más de 200 millones de cámaras de videovigilancia y una amplia red de espías, además del dominio del ciberespacio, han sido las herramientas de control usados por el gobierno, pero también usan otros ataques, como la quema de libros.
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