Berta Aparicio tiene 49 años. Es empleada doméstica, pero no trabaja con regularidad desde hace más de seis años. Sin embargo, luce cansada, adolorida y sobre todo, triste. Berta tiene una artrosis lumbar severa, que no la deja vivir en paz. "Los dolores son terribles, a veces no me dejan dormir, ni caminar, ni moverme. Otras veces, no me puedo levantar de la cama", asegura. Mientras muestra su columna evidentemente desviada, dañada, cuenta que el dolor de su espalda apareció hace muchos años, pero nunca pensó que determinaría el resto de su vida.
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