Los supervivientes y familiares de los judíos holandeses, Roma y Sinti llevados por los Ferrocarriles Neerlandeses (NS) hasta el campo de tránsito de Westerbork (al noreste del país) durante la II Guerra Mundial, serán compensados por la firma estatal. Son entre 5.000 y 6.000 personas, y los pagos son individuales: 15.000 euros para los que regresaron con vida, 7.500 euros para las viudas y entre 5.000 y 7.500 para los hijos. La lista de los receptores ha sido elaborada por la comisión creada para examinar el caso y que ha sido dirigida por Job Cohen, antiguo alcalde socialdemócrata de Ámsterdam. Es la primera vez que la compañía ferroviaria paga a sus compatriotas víctimas del Holocausto por un transporte que le reportó unos 409.000 florines, cerca de 2,5 millones de euros al cambio actual.
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