Cristián Vásquez Miranda (34) mantenía una doble vida que nadie de su familia sabía. Reconocido como adicto a la pasta base, el hombre durante el día predicaba el Evangelio, asegurando a quien le preguntara que era pastor de una iglesia de Lo Espejo. Sin embargo, durante la noche su “rubro” cambiaba radicalmente: abordaba el vehículo Fiat Fiorino de su padre para asaltar a transeúntes del sector sur de San Miguel, justo en el límite con la comuna de La Cisterna.
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