Los problemas judiciales de Cristina Fernández de Kirchner empezaron en la recta final de su presidencia (2007-2015), pero se aceleraron y multiplicaron desde que dejó el poder. La exmandataria argentina tiene hoy seis causas abiertas, entre ellas cuatro por presuntos casos de corrupción, por los que también han sido procesados sus hijos, exaltos cargos de su gobierno y empresarios afines. Fernández de Kirchner, que no puede ser detenida por tener fueros de senadora, niega todas las acusaciones y se declara una perseguida política. El peronismo en el Senado ha evitado hasta ahora que allanen su domicilio, como pide el juez, y que la desafueren.
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