Como una suma de pequeños pero inequívocos gestos, este martes se acumularon suficientes indicios de que la respuesta militar contra Bashar al Assad va a ser mucho más contundente que la que hace un año se limitó a destruir durante unas horas la base aérea de Shayrat. El duro mensaje de Donald Trump, trasladado por su embajadoraNikki Haley al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, antecedió a anuncios y preparativos previos a una operación de castigo al dictador sirio que se prolongará durante días.
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