Deivis Antonio Coello Berrios, quien asesinó a golpes a su hijo David, confesó en la policía su adoración por Satanás y que mató al menor de sus descendientes para ofrecérselo a los espíritus. “No me importa que me pongan preso, porque los muertos están conmigo”, repetía Coello, mientras los detectives lo detenían en las adyacencias del Materno de Cuatricentenario, reseña el diario La Nación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario