Óscar Peralta, catalán de 31 años, tiene un perfil en Infojobs, en el que cuenta que es técnico en mantenimiento de instalaciones térmicas, con escasa experiencia laboral. Desde el 11 de marzo está en prisión, acusado de ser el jefe en España de una de las escisiones de los Latin Kings, la ALKN. Los Mossos d’Esquadra le detuvieron de madrugada en su casa, un edificio de seis pisos de la calle del Doctor Trueta con la fachada de color gris y naranja, en el popular barrio barcelonés de Poblenou. Tres meses antes Óscar, apodado Baby White, se reunió en la capital catalana con el jefe histórico de los Latin Kings en Nueva York, Antonio Fernández, de 47 años, conocido como King Tone.
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