“Hitler se levantaba sobre la una del mediodía y después de comer siempre le apetecía ver una película. Su secretario llevaba una libreta de críticas, o algo parecido, y anotaba las opiniones del Führer sobre cada proyección. Al principio pensé en hacer un libro sobre las críticas de Hitler, en un tono humorístico, hasta que encontré aquella nota de la Metro-Goldywn-Mayer, MGM, que acababa con un ‘Heil, Hitler!’. De repente, creí que podía hacer un libro más relevante”. Lo cuenta Ben Urwand, un hombre que se ha pasado el último lustro investigando las oscuras relaciones entre los grandes estudios de Hollywood y el Tercer Reich, desde principios de los años treinta hasta los años cuarenta, en un alud de revelaciones que casi se lo lleva a él por delante: “No esperaba la reacción tan virulenta de algunas personas relacionadas con Hollywood, de algunos críticos e incluso de algunos directores”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario