
Al margen de este ataque a los símbolos nacionales, la marcha se había convertido en una firme defensa de la inmersión lingüística en la escuela. La respuesta de miles soberanistas que han recorrido Barcelona ha sido una invitación explícita al desacato para evitar que el castellano también constituya lengua vehicular.
MÁS:http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/11/barcelona/1315738881.html
MÁS:http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/11/barcelona/1315738881.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario