
Hillary Clinton, la jefa de la diplomacia de EE UU resumió así la experiencia: “Fueron los 38 minutos más intensos de mi vida”. Clinton y Audrey Tomason fueron las únicas mujeres presentes en la sala aquella noche. A pesar de ser la flamante directora de la Casa Blanca de la lucha antiterrorista, Tomason aparece en la foto al fondo, como pidiendo permiso por existir y participar en tan magno acontecimiento reservado casi en exclusiva para sus compañeros.
El análisis de género de la instantánea ha trascendido en esta ocasión a los círculos feministas. La prensa judía ultraortodoxa estadounidense también se ha percatado de la presencia de las dos mujeres y ha tomado medidas de acuerdo con su particular visión del mundo. Se han tomado la molestia de borrar a Clinton y a Tomason con un programa de edición fotográfica para evitar que los ojos de los más piadosos caigan en al tentación de posarse en un rostro femenino.
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