En Venezuela hoy no hay rubros tan importantes como: leche (de ningún tipo, ni barata ni cara), arroz, aceite comestible, pastas, queso, carnes, mayonesa, papel sanitario, toallas sanitarias. En los supermercados que tienen la dicha de tener algunos de estos rubros, los tienen regulados y los venden de dos o tres unidades por clientes, a modo de no quedarse desabastecidos.
Yo estoy en Venezuela actualmente y sé lo que estoy diciendo, porque estoy actualmente trabajando en el supermercado de una de mis hermanas y lo que les acabo de contar es lo que está pasando todos los días.
Es posible que los que escuchen al teniente coronel en el exterior, con la política de "regalón" que lo ha caracterizado, pensarán que en Venezuela vivimos en la abundancia o que por lo menos tenemos todas nuestras necesidades cubiertas. Nada más ajeno a la realidad. Lo único barato en Venezuela y es de lo único que los venezolanos nos beneficiamos de la renta petrolera, es del precio de la gasolina, que cada litro nos cuesta unos ínfimos 300 bolívares, que serían más o menos unos centavos de euro, cuando en Europa, por ejemplo, un litro del combustible cuesta alrededor del euro.
Estamos desabastecidos y esa es la verdad. La soberanía alimentaria de la robolución es una falacia, es un cuento para engañar a extraños, pero en el país estamos nadando en dinero, y sin encontrar los alimentos de primera necesidad para comprarlos.
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