Aunque, en el fondo, era una quimera y un remoto sueño a juzgar por la superioridad de los demás equipos, como Argentina, México o Brasil, ampliamente favoritos, nos queda el consuelo de haber entrado, por primera vez en cuarenta años, en cuartos de final para medirnos y despedirnos, al mismo tiempo del torneo, con Uruguay, selección que obviamente lució muy superior en el campo.
Así pues, mientras el espectáculo sigue su curso, con denuncias de corrupción en la construcción y remodelación de los estadios y las ventas de lujo de las entradas, simultáneamente vienen ocurriendo algunos sucesos que no deben pasar inadvertidos pese a la anestesia deportiva mundial.
El clero venezolano ha advertido acerca de las pretensiones del actual gobierno respecto a la reforma constitucional en el marco del llamado socialismo del siglo XXI con claras tendencias marxistas-leninistas. Pero lejos de recibir la crítica con humildad, el presidente de la República los ha llamado ignorantes e, incluso, los instó a leer nuevamente la Constitución como si fuesen unos iletrados.
El arzobispo de la colonial ciudad de Coro, Roberto Lückert, dijo, en entrevista para el circuito Unión Radio, que el jefe de Estado es un grosero que utiliza palabras procaces y soeces contra quienes se atreven a disentir de él. Luego monseñor se pregunta: "¿Por qué el presidente tiene que hacer una reforma constitucional encerrado en cuatro paredes, al amparo de las sombras; qué es lo que oculta, por qué no llama a consulta popular?
Es vox populi que el presidente no quiere que el pueblo se entere acerca del tipo de reforma constitucional que se está cocinando tras bastidores. Tanto es el celo presidencial que nombró una comisión para que trabaje con el mayor sigilo y cuidado posible, sin infiltraciones de ninguna naturaleza. Hasta se comenta que los autores de la reforma trabajan en computadoras sin disco duro para evitar que salga algo a la calle.
Sin embargo, ya ha habido algunas fugas informativas que están generando una incertidumbre descomunal en la población, con propuestas tales como la afectación de la propiedad privada, la patria potestad de los niños, la eliminación de los seguros privados, la nacionalización de la banca y las clínicas, la restricción en la entrega de los pasaportes y otros documentos personales si se comprueba que los solicitantes son disidentes, sean chavistas o no. Pero la angustia aumenta por saber cuándo entrarán en vigencia tales reformas.
Luis Brito García, conocido escritor, dramaturgo, historiador, profesor universitario y miembro de la comisión presidencial para la Reforma Constitucional, comentó al semanario zuliano Versión Final que "la reforma se hará rápido por ser uno de los cinco motores…ya está casi concluida… parece que han circulado algunas versiones por allí, pero son especulaciones…la versión final la dará el presidente…hasta ahora lo que se tienen son papeles de trabajo… yo no sé qué formulación definitiva tendrá este proyecto".
Cuando se le pregunta por qué no se conoce el texto a reformar --precisamente, el cuestionamiento de Monseñor Lückert-- el profesor Brito García responde: "La primera cosa, y me vas a perdonar porque es un poco fastidioso, es que cuando se nombró esta comisión se nos impuso un régimen de confidencialidad. Actualmente lo que te puedo decir es que hay un borrador, una cosa muy preliminar y que el presidente y sus asesores la están estudiando y serán ellos quienes le darán su forma definitiva".
Es justamente ese fulano borrador, o una versión de lo que será la reforma constitucional, lo que está circulando de mano en mano con el título de " Lo que viene después de la Copa América". Para los pelos de punta, genera taquicardia, angustia y zozobra. Hay ventas masivas de bienes inmuebles. El pueblo está desesperado y desesperanzado. Hay solicitudes de pasaportes a granel. Hasta los mismos chavistas están gestionando, a la calladita, sus salidas del país.
En una próxima entrega les daremos a conocer la versión de la reforma sin vino tinto, al muy estilo cubano, copiado por el buen alumno de Fidel.
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