Sin tapujos y directo al grano, el Arzobispo tildó el gobierno del teniente coronel de una "autocracia militar" y dijo que de socialismo no tenía nada. Yo estoy de acuerdo con ese análisis sincero y es bueno que la Iglesia no se caiga a pasiones, porque con el teniente coronel o piensan como él, o son enemigos contrarrevolucionarios.
También considera que para reformar la Constitución tiene que nombrarse un nuevo Consejo Nacional Electoral y convocarse a una Constituyente. Monseñor teme que "el chuzo nos venga con el Socialismo del Siglo XXI", que de socialismo no tiene nada, porque, en su opinión, se trata de una "autocracia militar".
Monseñor Luckert cree que es "una barbaridad la reelección indefinida" y que la Iglesia sí tiene que intervenir en la vida política del país, pero en el buen sentido de la palabra.
"Yo no soy operador político de la oposición, digo lo que tengo que decir", expresó. El Arzobispo piensa que se está ahogando al país cada día más y hay menos formas de decir las cosas.
Señaló que el cierre de un medio de comunicación reduce el espacio comunicacional y eso no es libertad de expresión.
Desde su punto de vista, los venezolanos reaccionaron no a favor de una empresa privada como RCTV, sino porque por una "decisión hormonal" del Presidente Chávez se quitó algo que formaba parte de la cultura del país.
Monseñor Luckert dijo que no es cristiano decir "patria socialismo o muerte". El Arzobispo comparó al ministro Willian Lara con Goebbels, porque ahora existen 3 mil emisoras comunitarias y están al servicio de un proceso.
Monseñor expresó que el protagonismo parece haber quedado en el papel y sólo para un "cogollo rojo-rojito". Indicó que la Iglesia no podría participar en la reforma constitucional porque no puede actuar a escondidas, desde una oficina en Miraflores, donde parece que se realizan cambios a la medida del Socialismo del Siglo XXI.
Advirtió que el Gobierno quiere presionar a las escuelas privadas hasta con medidas deshonestas y se están reduciendo las alternativas de escogencia para educar a los hijos.
El Arzobispo asegura que quieren meter la ideología en las escuelas y en estas instituciones privadas no pueden manejar a los maestros como desean. Monseñor Luckert cree que es posible pelear con una cruz en la mano porque se tienen que defender los principios.
Creo que si otros personeros de la Iglesia Católica en Venezuela no han tenido los pantalones bien puestos, o las sotanas, Roberto Luckert sí que los tiene y dijo lo que la Iglesia ha tenido que decirle al teniente coronel desde hace ocho años, para que sepa dónde está parada la Iglesia en este interín negro que vive el país.
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