"Gloria al bravo pueblo", con esta estrofa del himno nacional de Venezuela, Radio Caracas Televisión terminó sus transmisiones, después de 53 años de darle vida al sentir del conglomerado venezolano, con aciertos y errores.
El cierre de RCTV es un capítulo en la tenebrosa noche que está viviendo Venezuela, pero no será el final de la novela. Estoy seguro de que el cierre del canal, aduciendo a la caducidad de una concesión, derecho que tiene el Estado, del cual el teniente coronel funge como el albacea, es sólo un artiluquio utilizado por el gobierno, pero la verdad de fondo es la supuesta participación del canal en una presunta acción de derrocamiento.
El gobierno mató dos pájaros de un solo disparo: sacó del camino a un enemigo molestoso y se apropió de otro canal para seguir su objetivo de "unificar" la opinión en el país en torno a una sola idea, el castro-comunismo que no ha funcionado en ningún país del mundo, porque si se muestra como espejo a Cuba, pues, diríamos que ¡qué pobre imagen! de lo que debe de ser el derecho a un nivel de vida decente. El derecho a comida, a vestido, por decir lo más elemental.
A los venezolanos que creen en la democracia sin ataduras, sin mordazas, sin amenazas, sin bayonetas, sin sacrificar derechos ganados con sangre por otros que creyeron en la libertad, les digo que la historia es maleable y así como va, viene...A veces ese retornar tarda años, pero por su propia inercia, tiende a volver a sus orígenes.
Esperamos, confiamos y trabajamos por un mejor futuro para Venezuela que el casatro-comunismo del teniente coronel.
Foto cortesía de El Tiempo de Colombia.
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