A la llamada “guerra comunicacional” el Gobierno acude blindado y con superioridad numérica. No conforme con el cierre de RCTV hace más de seis años, la salida del aire de 32 emisoras de radio y el cambio en la línea editorial de Globovisión luego de haber sido comprado por presuntos testaferros del Gobierno, el presupuesto de los medios del Estado para 2014, asignado a través del Ministerio de Comunicación e Información, se incrementa en más de 20 por ciento y; además, se otorgan recursos a un nuevo proyecto denominado “seguimiento de medios y análisis de contenido comunicacional”.
