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jueves, 17 de mayo de 2007

Venezuela: entre la esperanza y el miedo


El New York Time ayer realizó una cobertura extensa del proceso de expropiaciones que la revolución del teniente coronel adelanta en Venezuela y que muy bien tituló: "Venezuela: entre la esperanza y el miedo".

Es la esperanza de los que nunca han tenido nada y que ven cómo, en sus propias narices, un hombre que en contra de todos los pronósticos, al estilo de Robin Hood, le quita las tierras a los que las tienen, presuntamente ociosas y se las reparte en parcelas a algunos pobres, para que cocechen los productos que el país necesitará para vencer la dependencia cada vez mayor de los "países enemigos", como los Estados Unidos, por ejemplo.

Es la esperanza cifrada en préstamos blandos del gobierno dados a las cooperativas de producción, para que compren maquinarias, semillas, ganados y puedan algún día autoabastecerse.

Pero también es el miedo de todos aquellos que no comulgan con el régimen del teniente coronel, que tienen sus tierras y que ven cómo les están pasando factura y están confiscando sus posesiones y de la noche a la mañana están perdiendo la inversión de toda su vida, de generaciones.

Es curioso que los terratenientes que comulgan con el régimen del teniente coronel no sufren daño alguno y sus grandes posesiones ociosas, sobre todo en el Estado Zulia, específicamente en la subregión Perijá, son intocables, por orden del teniente coronel. Esta es la justicia parcial, que no social, que tanto pregona.

Además de este triste panorama, tenemos a los nuevos ricos, casi todos militares de carrera afectos al régimen del teniente coronel, quienes reparten y dejan la mejor parte. Esos son los mismos que se han hecho de los palacios de la "cochina oligarquía" que ha tenido que huir para salvar sus vida. Son los nuevos dueños de La Lagunita Country Club,de Prados del Este y de otras zonas exclusivas de Caracas.

Foto cortesía del NYT